La Alimentación del bebé

La principal fuente de alimentación del bebé recién nacido es, indiscutiblemente, la leche materna. Esta tiene la capacidad de modificar su composición en función de las necesidades del bebé, por ejemplo, dependiendo de la edad o de si está enfermo, con el objetivo de garantizar su supervivencia.

Como sabéis, es a partir de los 6 meses cuando los bebés pueden comenzar a probar alimentos sólidos de forma complementaria a la lactancia materna e ir incorporando poco a poco nuevos alimentos a su dieta. Desde este momento, entran en una fase de descubrimiento total, pues hasta ahora tomaban prácticamente leche y potitos y ahora se encuentran ante un abanico muy amplio de alimentos y sabores. Además, esta etapa coincide con la fase oral de los niños, en los que tienen una tendencia muy fuerte a experimentar y descubrir a través de la boca.

Dicho esto, podéis imaginar lo estimulante que resulta para los bebés el comienzo de la dieta sólida, y no solo para ellos, ya que a los adultos también nos encanta observar su reacción al probar nuevos alimentos o ver cómo disfrutan de sus platos favoritos. La nueva etapa de la alimentación del bebé ha llegado.

Sin embargo, no todos los alimentos son adecuados a una edad tan temprana y, por eso, es importante mantenerse informado y tener cuidado con lo que ofrecemos a nuestros pequeños para comer.

Uno de los principales alimentos prohibidos antes del primer año de edad es la leche de vaca, ya que por sus propiedades, puede resultar perjudicial para los bebés. Lo mismo ocurre con las bebidas derivadas de productos vegetales como la soja, la avena o la quinoa.

Otra categoría de alimentos totalmente prohibidos en los primeros años de vida son los frutos secos, puesto que, como todos sabemos, pueden producir asfixia o atragantamiento en los más pequeños.

La miel es otro de los alimentos a evitar antes del primer año de vida, puesto que puede causar botulismo infantil. La sal, el azúcar o el picante deben evitarse en la infancia, ya que no les aportan beneficios saludables e incluso pueden resultar indigestos o pesados para ellos.

En cuanto a alimentos vegetales, hay que tener en cuenta que, aunque la mayoría son especialmente beneficiosos e imprescindibles en la dieta infantil, determinadas verduras o frutas están desaconsejadas durante esta etapa. Por ejemplo, algunas frutas como el melocotón, el albaricoque o el kiwi se desaconsejan antes de los 12-18 meses debido a su alta capacidad alergénica. La remolacha, las acelgas y las espinacas también se deben evitar, ya que contienen altos niveles de nitratos que pueden ser tóxicos para los más pequeños. El pepino, por su parte, contiene sustancias que pueden resultar indigestas para los niños, y las algas, cuyo consumo en nuestro país se ha extendido en los últimos años, tienen altos niveles de yodo, por lo que se desaconseja su consumo en niños pequeños.

ALIMENTACION BEBES

Si nos centramos en productos del mar, es de sobra conocido el alto nivel de mercurio que presentan algunos peces, especialmente los de mayor tamaño, como el pez espada o el atún rojo. También se les debe de ofrecer cocinado y no crudo, como es el caso del sushi.

Por último, en la alimentación del bebé las carnes presentan importantes propiedades y nutrientes para la salud infantil. Al inicio de la alimentación sólida, se aconseja ofrecerles carnes blancas, como el pollo o el conejo y dejar para más adelante la ternera y el cerdo, que presentan mayores niveles de grasa.

En resumen, y como todos sabemos, es importante ofrecer una dieta variada y completa a nuestros hijos e hijas desde el primer momento, evitando el uso de los productos desaconsejados o prohibidos en la alimentación infantil, de forma que puedan desarrollar un  estilo de alimentación adecuado y saludable.

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