Alimentación del Bebé, las verduras
Aunque desde que nacen la leche materna supone la principal fuente de nutrientes para los bebés, poco después podrán comenzar a probar alimentos sólidos que, por su textura y componentes, sean adecuados para su alimentación.
Durante el inicio de la alimentación complementaria, se suelen ofrecer principalmente frutas poco alergénicas a los bebés, ya que su sabor dulce y su textura suelen resulta muy agradable e interesante para ellos. Pero también se suelen ofrecer determinadas verduras durante los primeros meses de alimentación del bebé sólida, ya que al ser alimentos no procesados y con diversos nutrientes de origen vegetal, son especialmente beneficiosas para la salud y el desarrollo infantil.
Uno de los principales alimentos de esta categoría es el tomate, sin embargo, se suele confundir con una verdura, aunque realmente es una fruta. El tomate es uno de los alimentos más completos, saludables y beneficiosos para el organismo, tanto en la infancia como en la adultez.
Está compuesta por agua en más de un 90% y es rico en distintos tipos de vitaminas y minerales necesarios para el funcionamiento adecuado del organismo. Inicialmente se recomienda que los niños más pequeños lo consuman sin pepitas ni piel.
La zanahoria también aporta una gran variedad de vitaminas del grupo A, B, C y K, por lo que tienen innumerables beneficios para la salud infantil.
El pimiento, por su parte, es uno de los alimentos con mayor contenido en vitamina del grupo C. Su contenido en carotenoides como la capsantina lo convierte en un alimento altamente beneficioso para bloquear los radicales libres que oxidan nuestro organismo.
Otro alimento de origen vegetal muy útil en la infancia es la cebolla, rico en vitamina A, B6, C y E, sin embargo, se recomienda que al inicio se les ofrezca muy picada o como condimento.
También podemos decir que son ricas en vitaminas las espinacas, el brócoli, la col o la remolacha, entre otros muchos ejemplos.
Como vemos, al igual que las distintas frutas, los alimentos de origen vegetal también ejercen importantes funciones antioxidantes y anti-cancerígenas en el organismo gracias a la variedad de vitaminas que contienen, por lo que su consumo diario es más que aconsejable, y aún más durante la infancia.
Otro de los beneficios de las verduras es su efecto diurético y depurativo, que ayuda a limpiar el organismo y a eliminar tóxicos de él. Esa es una característica principal de la berenjena, el pepino, el apio o los espárragos.
Pero a parte de todos estos famosos beneficios que ya conocemos de las verduras y alimentos vegetales, podemos beneficiarnos de otras propiedades más concretas de algunos de estos alimentos. Por ejemplo:
- La zanahoria estimula el apetito, por lo que es ideal para los niños que comen poco.
- La cebolla es especialmente beneficiosa para la diabetes infantil, ya que ayuda a reducir los niveles de glucosa en sangre
- El ajo contiene sulfuro de dialilo, un compuesto antibacteriano y antifúngico, además de polisulfuros que ayudan a controlar la presión arterial y, por tanto, la salud cardiovascular.
- Las setas son saciantes y bajas en calorías, por lo que son especialmente adecuadas para niños y personas con sobrepeso.
Sin embargo, algunas verduras pueden presentar propiedades no tan beneficiosas para los más pequeños, y por tanto, hay que tener cierto cuidado con ellas:
- La berenjena deben consumirla cocinada y nunca cruda, ya que puede resultar tóxica debido a la acumulación de solanina.
- El pepino contiene determinadas sustancias que pueden dificultar la digestión, por lo que no se recomienda introducirla en la dieta infantil antes del primer año.
- La zanahoria tiene altos niveles de glucosa, por lo que se recomienda que los niños con diabetes la consuman en bajas cantidades.
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