Picaduras en niños

Las picaduras de insectos es algo frecuente en la población, tanto adulta como infantil. Generalmente, salvo en casos de picaduras de insectos potencialmente venenosos o letales o casos de alergias a determinadas picaduras, son totalmente inofensivas. Con la llegada del calor aumenta considerablemente la cantidad de distintos insectos como los mosquitos. Además, los climas húmedos también favorecen el crecimiento de distintas variedades de insectos, de ahí que sean más frecuente la aparición de picaduras cuando viajamos a países con climas tropicales. 

En España, las picaduras más frecuentes son las de mosquito, abeja, avispa y, aunque no forman parte del grupo de los insectos, la medusa.

Picaduras de mosquito: son las picaduras más frecuentes en nuestra población. Este tipo de picaduras son localizadas y no producen nada más allá que un poco de rojez y picor. Suelen desaparecer a los pocos días y no requieren de ningún tipo de tratamiento. No obstante, para paliar la sensación de picor que a veces puede resulta incómoda, se puede aplicar frío en esa zona.

Es recomendable mantener a los niños alejados de aquellas zonas en las que hay una mayor concentración de mosquitos y ponerles ropa de colores claros y poco llamativos. También es importante evitar que se rasquen, ya que esto podría erosionar la zona y produce runa infección en la piel. 

Picaduras de avispa y abeja: la diferencia entre ambas radica en que la avispa puede picar varias veces, ya que no deja clavado su aguijón en la piel, mientras que en el caso de la abeja, el aguijón sí que queda en la piel y, por tanto, solo puede picar una vez. Ambos tipos de picaduras producen un enrojecimiento e hinchazón local. Suelen causar dolor y un intenso picor. En los casos de reacción alérgica se pueden producir síntomas más graves como la dificultad respiratoria o anafilaxia, en cuyo caso se debe buscar atención médica rápidamente. ¿Cómo actuar ante una picadura de avispa o de abeja?

  1. Lavar la zona afectada con agua y jabón.
  2. En el caso de picadura de abeja, retirar el aguijón de la piel con mucho cuidado empleando un objeto sin punta para no pinchar la bolsa con veneno, ya que esto empeoraría los síntomas.
  3. Se puede emplear frío para calmar la molestia, o algún tipo de analgésico si se produce un dolor intenso.
  4. Ante la presencia de síntomas de mayor gravedad, acudir a los servicios médicos.

Picadura de medusa: en nuestro país son muy frecuentes en la época estival, y dada la costumbre en España de ir a la playa durante unos cuantos meses del año, es algo bastante común.  

Las picaduras de medusa producen sensación de dolor e intenso picor. Suelen acompañarse de inflamación y enrojecimiento en forma de líneas en la piel generalmente. En muchos casos, no se llega a producir una picadura como tal, sino que el simple roce con la medusa o con algún material que ha estado en contacto con la medusa, puede producir algo de picor que no desemboca en ningún otro síntoma de mayor gravedad. 

Debido a que a los más pequeños suelen pasar mucho tiempo en el agua o en la orilla jugando, se encuentran en muchas ocasiones más expuestos a la picadura de una medusa. ¿Qué hacer si esto sucede? 

  1. Lavar la zona afectada con agua salada o suero fisiológico, pero nunca con agua dulce, ya que podría entrar en las células y hacerlas estallar, lo empeoraría los síntomas. 
  2. No frotar ni rascar la piel 
  3. Aplicar frío en la zona de la picadura durante unos minutos como mucho para calmar el dolor o picor. 
  4. Si el dolo persiste de forma intensa o se producen otros síntomas como reacción alérgica, mareo o vómitos, acudir a los servicios médicos.